8 Errores Comunes al Escribir una Autobiografía

Ariel Ortuño

Autor, Mentor de Autores y Conferencista

Miles de autobiografías quedan abandonadas porque el lector se aburre antes de llegar a la mitad. No porque la historia sea mala, sino porque está mal contada. Saltos confusos en el tiempo, detalles irrelevantes, falta de emoción… son algunos errores que pueden matar cualquier libro.

Pero no te preocupes, esto tiene solución. Muchos escritores caen en estas trampas sin darse cuenta. En este artículo te mostraré los errores más comunes que arruinan una autobiografía y cómo evitarlos para que tu historia realmente atrape.

1. Errores en la planificación

Empecemos por el principio: la planificación. Muchos escritores novatos creen que escribir una autobiografía es simplemente sentarse y empezar a recordar, pero hay mucho más que eso.

El primer gran error es no definir el propósito de tu libro antes de escribir. Pregúntate: ¿por qué estoy escribiendo esto? ¿Para sanar heridas del pasado? ¿Para inspirar a otros? ¿Para dejar un legado familiar? ¿Para ayudar a la gente a resolver un problema? ¿Para qué? ¿Es puro ego?

Sé muy honesto en tu respuesta. A veces, he convivido con autores que quieren escribir solo para ser admirados. Para mí eso no es bueno ni mal, pero aceptarlo tal cual es, evita que la autobiografía esté escrita solo para eso. Es decir, sí va a contener elementos egocéntricos, pero, por lo mismo, se le dará mayor énfasis en ayudar al lector en algo, con la finalidad de equilibrarla un poco.

Otro error frecuente en la planeación es la falta de un público objetivo claro. ¿Estás escribiendo para tus hijos? ¿Para personas que han pasado por experiencias similares? ¿Para el público general? Definir esto cambiará completamente el enfoque de la narrativa y determina qué anécdotas y experiencias vas a compartir.

Un error más es querer contar toda tu vida tal cual la recuerdas. Hay mucha información que no necesitas compartir y es importante saber cómo diferenciarla de la que sí debes compartir. Es por ello, autores implacables, por lo que les recomiendo lo siguiente:

I. Define para qué quieres escribir tu autobiografía. Por ejemplo, para ayudar a la gente a superar lo que yo viví o para evitar que la gente caiga en determinado tipo de situación.

II. Define quién es tu lector meta. Aunque vas a contar tu historia, el nudo de esta, el momento cúspide, deberá estar dirigido a determinado nicho. Por ejemplo, si el nudo principal es que salir de una relación tóxica, el lector meta debería tener sospechas de su nueva relación, estar en una relación complicada o haberla terminado recientemente, esto para que pueda conectar mejor con tu experiencia.

III. Define qué quieres que pase con tu lector meta al terminar de leer tu autobiografía. El lector deberá pasar por un proceso de transformación de manera similar a cómo tú lo haces en tu historia.

Por ejemplo, si núcleo de tu historia es cómo superaste una quiebra financiera, al final el lector debería: saber que también puede lograr, es decir, sentirse inspirado; conocer los pasos que le ayudaran a lograrlo; o contar con algunas ideas que le faciliten el proceso.

IV. Haz una lista de las experiencias más significativas que quieres compartir y que sean “relevantes” para los objetivos definidos en los tres puntos anteriores. Para saber si es relevante o no, pregúntate al respecto: ¿si evito contar esta anécdota será más difícil comprender mi autobiografía? Si la respuesta es “no”, la eliminas. Si la respuesta es positiva o tienes duda, justifica qué elementos de la experiencia son relevantes para los objetivos del libro.

2. Errores en la estructura y organización

Pasemos a la estructura. Una vez que tienes claro tu objetivo, autor implacable, necesitas organizar tu historia de manera coherente.

Imagina que un libro es como un edificio, este tiene una estructura que es la que le da soporte, la cual se construye primero y después se detalla piso por piso. Si no tienes esa estructura y construyes el edificio siguiendo tus corazonadas matutinas, avísame cuál es para no visitarlo.

Si quieres conocer mejor cómo crear la estructura de tu autobiografía, en la descripción te dejo un video donde lo explicamos a detalle, para que le des una vista ya que termines de ver este video.

3. Errores de estilo y narrativa

El estilo con el que escribes puede hacer o deshacer tu autobiografía. Veamos algunos errores típicos:

I. Abusar del pronombre personal “yo” en cada párrafo

Es tu historia, obviamente hablarás en primera persona, pero leer “yo hice, yo pensé, yo sentí” en cada oración se vuelve monótono.

Un ejemplo de cómo mejorarlo:

Mal escrito: Yo entré a la habitación, luego yo vi a María. Entonces, yo me sentí nervioso.

Bien escrito: Al entrar a la habitación, María estaba allí. Los nervios me invadieron inmediatamente.

La falta de descripciones sensoriales también empobrece el relato. No solo cuentes qué pasó, sino cómo olía, qué sonidos había, qué texturas sentías. Por ejemplo:

Mal escrito: Entré a la cocina y me senté en la mesa.

Bien escrito: Entré a la cocina y el aroma del pan recién horneado me envolvió, mientras el crujido de la madera bajo mis pies rompía el silencio. La superficie de la mesa estaba fría y rugosa al tacto, como si guardara secretos de desayunos pasados.

El segundo texto no solo informa al lector, sino que lo transporta a la escena mediante olores, sonidos y texturas, haciendo el relato más vívido y envolvente. ¡Así es como se cautiva a una audiencia! Ahora, este es solo un ejemplo, no tienes que escribir toda tu autobiografía así de poética. Estoy dramatizando para que se note la diferencia.

II. Narrar sin emoción o sin involucrar al lector

Una autobiografía no es solo compartir eventos, es compartir cómo te transformaron. Por ejemplo:

Mal escrito: Me despidieron de mi primer trabajo y después encontré otro.

Bien escrito: Cuando me dijeron que estaba despedido, sentí como si el mundo se encogiera. El aire pesaba en el pequeño cubículo mientras yo recogía mis cosas, tratando de no mirar a nadie a los ojos. Pero fue esa sensación de fracaso la que, semanas después, me empujó a buscar algo que realmente amara hacer y lo encontré en un nuevo trabajo.

El segundo texto no solo cuenta el evento, sino que invita al lector a conectar emocionalmente con el momento, mostrando la transformación personal que surge de esa experiencia. Reitero, es solo un ejemplo.

 

¿Prefieres leer Fuiste mía un verano, solamente un verano o leer: “Fuiste mi luz durante aquellos días interminables de julio, un solo verano bastó para tatuar tu risa en cada rincón de mi memoria, como el murmullo de las olas que aún susurran tu nombre cuando cierro los ojos, fuimos un instante eterno y, aun así, solo fue un verano“?

¡Los detalles marcan la diferencia!

 

4. Errores al elegir los eventos a relatar

Elegir qué contar y qué omitir es quizás uno de los mayores desafíos. La razón es que olvidas aquello que es más relevante y sueles dar mayor énfasis a lo que es importante, a lo más divertido o a lo más trágico. Estos son los errores más comunes:

I. Contar demasiado sobre eventos insignificantes. Sí, quizás fue interesante para ti, pero pregúntate: ¿aporta algo a la historia general?

Por otro lado, está el error de saltarse momentos clave que dieron forma a tu historia. A veces omitimos ciertos eventos porque son dolorosos o porque no les damos importancia, pero pueden ser relevantes, y por ello cruciales, para entender tu desarrollo personal.

Otro desequilibrio común es no balancear los momentos felices con los desafiantes. Una vida solo de éxitos no parece real y una vida llena solo de tragedias causa agonía literaria.

Y un error frecuente por miedo: evitar los temas difíciles por temor al juicio. La vulnerabilidad genuina conecta con los lectores. Aunque, no siempre es necesario dar todos los detalles. Por ejemplo, una novela romántica dirá: “Esa noche nos amamos por primera vez”, pero una novela erótica se centrará más en todos los detalles de esa noche.

¿Cuál es el objetivo de tu autobiografía? De eso va a depender qué tan profunda y detallada deberá ser tu narración.

5. Errores de profundidad y reflexión

Una autobiografía no es solo “qué pasó”, sino “qué significó”. Veamos errores comunes en este aspecto:

I. No incluir aprendizajes o reflexiones personales. Una anécdota sin una reflexión es como un chiste sin remate.

II. Contar lo que pasó, pero no explicar por qué fue importante. Los hechos son importantes, pero su significado sí lo es.

III. Falta de conexión emocional con el lector. Si quieres que tu lector se involucre, debes mostrar tu humanidad, tus fallos, tus miedos y tus triunfos. 

Piensa en tu autobiografía como una montaña rusa: los eventos son las subidas y bajadas, pero la reflexión es lo que hace que el pasajero (tu lector) sienta la emoción del viaje.

6. Errores al describir a las personas y relaciones

Las personas que han formado parte de tu vida son co-protagonistas de tu historia. Estos son los errores más comunes al retratarlas:

I. Convertir a todos en personajes planos, los buenos muy buenos y los malos muy malos. Las personas reales son complejas, con luces y sombras.

II. No dar suficiente contexto sobre la importancia de ciertas personas. ¿Por qué tu relación con esa persona fue especial? ¿Qué papel jugó en tu desarrollo?

III. Usar nombres sin explicar quiénes son en la historia. Un error técnico frecuente. Tu lector no conoce a tu familia y amigos como tú.

IV. No respetar la privacidad de personajes reales. Recuerda que estás contando tu historia, pero también tocando las vidas de otros. Este es un error ético importante.

 

7. Errores técnicas y de edición

La técnica importa tanto como el contenido. Estos son errores que pueden arruinar una buena historia:

I. Falta de revisión y corrección de estilo. Nadie escribe perfectamente a la primera, ni siquiera los escritores profesionales. Revisa, edita, pule. Mi recomendación es que busques una agencia literaria para que te ayude de manera profesional.

II. Uso de frases largas y confusas. La claridad es tu amiga. Si una frase ocupa más de dos líneas, considera dividirla.

III. Errores gramaticales que distraen al lector pueden hacer que incluso la historia más fascinante pierda su magia.

IV. No leer en voz alta para detectar problemas de fluidez. Tu oído captará problemas que tus ojos pasan por alto. Además, cuando lees en voz alta, la lectura tiene un ritmo que se afecta por errores gramaticales.

 

8. Errores en la publicación

Finalmente, después de todo el trabajo de escritura, muchos cometen errores en la fase final:

I. No publicar tu autobiografía. Hay cientos de autores con manuscritos terminados guardados en el cajón, que nunca se publican. Casi siempre es por miedo y como la mayoría de los temores, la mejor forma de superarlo es enfrentándolo.

II. Aferrarte a un estilo de publicación. Puedes autopublicar o buscar a una editorial, pero, a veces, para ti alguno de estos procesos puede ser más complicado. Si te cierras, tal vez pasen años sin que publiques tu autobiografía y cuando puedas hacerlo, tendrás que revisarla para actualizar la información. Y se puede convertir en un ciclo eterno.

III. Esperar que se venderá solo con publicarla. Es muy poco probable que tu autobiografía se venda sola. Y menos si no eres alguien mediático. Así que tendrás que trabajar en la promoción para que la gente sepa que existe tu libro.

 

Autores implacables, hemos hablado de 8 errores comunes al escribir una autobiografía. Escribir sobre tu propia vida es un acto de valentía, de autoconocimiento y, en muchos casos, de sanación.

Recuerda que una buena autobiografía no es solo la historia de lo que te pasó, sino de cómo esos eventos te transformaron en quién eres hoy.

Pero ¡espera un momento! Si no tienes claro qué es una autobiografía y cómo se escribe, te invito a leer nuestro artículo: ¿Qué es una autobiografía? Te va a encantar y sabrás por qué es necesario que el mundo conozca tu historia.

¡Nos vemos pronto! Y recuerda, tal vez… ¡estás a una frase de inspirar al mundo!

 

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