¿Cómo escribir un gancho para una autobiografía?

Ariel Ortuño

Autor, Mentor de Autores y Conferencista

Muchos escritores comienzan su autobiografía explicando su vida en orden cronológico, pero aquí está el problema: el lector no quiere solo contexto, quiere emoción desde el primer momento. Si el inicio de tu libro no genera curiosidad, es muy probable que nadie lo termine. Pero tranquilo, es algo que muchos autores nuevos pasan por alto. A la mayoría nos enseñaron a escribir de forma ordenada, no a captar la atención de un lector en poco tiempo.

En este artículo te explicaré cómo escribir un inicio que atrape al lector, los diferentes tipos de ganchos que puedes usar y los errores que debes evitar.

 

¿Qué es un gancho inicial?

Un buen gancho es como una primera cita: tienes poco tiempo para causar una buena impresión. En el mundo de la escritura, especialmente ahora con tantas distracciones, captar la atención del lector desde el principio no es un lujo, es una necesidad.

 Así, el gancho inicial es la primera hoja, el primer párrafo o incluso esa primera frase, que hace que el lector piense: “Mmm… esto suena interesante”.

 

Ahora bien, escribir el gancho para una autobiografía tiene sus particularidades. No es lo mismo que hacerlo para una novela de ficción.

En la ficción, puedes inventar situaciones dramáticas, personajes extremos o escenarios fantásticos. En cambio, en tu autobiografía estás limitado por la verdad de tu vida. Pero eso, no necesariamente es una desventaja, puede ser una oportunidad.

 

¿Cuál es ese momento de tu vida que, al contarlo en una reunión, hace que todos dejen de hablar y presten atención? Ese podría ser tu gancho perfecto.

 

Mira, en una autobiografía la gran ventaja es que se trata de hechos reales, es algo autentico. Nada es más fascinante que una historia real bien contada.

 El secreto reside en encontrar equilibrio entre intrigar y no desvelar toda la trama. Es como una minifalda: muestras lo suficiente para cautivar, pero no tanto como para eliminar el misterio.

Aquí hay algunas estrategias para generar curiosidad:

1. Plantea una pregunta intrigante que no respondas inmediatamente. Por ejemplo, una dama que quiere contar cómo puedo escapar de un narcisista, podría iniciar con la pregunta: ¿En qué momento dejas de aguantar por amor y comienzas a aguantar por miedo?

2. Menciona un evento importante, pero no reveles su desenlace. Por ejemplo, una de nuestras autoras comenzó narrando que se despertó a poco antes de las cinco de la mañana a vomitar, justo como había pasado las noches anteriores, el estrés era insoportable, sentía que jamás podría superar esa situación y temía por sus tres hijas. Pero no había vuelta atrás, tenía que actuar.

3. Introduce un elemento inesperado o contradictorio. Por ejemplo, uno de nuestros autores comenzó su libro reflexionando sobre cómo podría convencer a su equipo de ser más productivos a pesar de ser menos trabajadores debido a los recortes de personal, justo en plena pandemia del 2020.

4. Comienza en medio de la acción de un momento cúspide a nivel emocional y deja al lector preguntándose cómo llegaste ahí. Por ejemplo, otra de nuestras autoras comienza explicando como su mamá la deja fuera del negocio que había montado juntas y monta una campaña de desprestigio hacía ella, arruinándola financieramente. Luego, en los siguientes capítulos explica el contexto de su relación y más adelante en el libro te ensaña cómo paso de ser chola, a ser una reconocida empresaria del centro de México.

En tu caso ¿cómo podría iniciar tu autobiografía?

 

La emoción como anzuelo

Un gancho sin emoción es como un platillo sin sal. Puede verse bien, pero no deja huella. Para que tu inicio sea memorable, debe evocar una respuesta emocional inmediata.

Puede ser risa, miedo, tristeza, asombro o indignación, hacer que tu lector sienta algo desde el primer párrafo es crucial. Esto crea un vínculo inmediato entre tu historia y quien la lee. A veces la emoción no es la más agradable, pero el morbo hace que la gente quiera saber más.

¿No me crees? A veces cuando estás viendo videos cortos en las redes sociales, de repente te sale accidentes donde la gente se lastima. A muchas personas no les gustan ese tipo de videos, sin embargo, como les aparecen, el morbo hace los vean. Luego, el algoritmo detecta que ese tipo de videos te enganchan y te manda más, aunque no te gusten. 

Uno de nuestros autores comienza narrando cuando tenía dos años, viviendo en el campo, mientras sus papás trabajaban la tierra, en un descuido de su hermana mayor, él cayo a un pequeño arroyo y se lo llevó la corriente. Luego explica como su hermana, cuando se dio cuenta, le gritó a su mamá, pero no la escuchaban, así que tuvo que correr hasta donde estaban trabajando y luego, con la madre muerta de angustia, regresar a donde se había caído, solo que ya no estaba ahí; entonces, correr por la orilla del arroyo hasta encontrarlo y sacarlo. ¿Así o más intenso? Y mira que no te di todos los detalles que él escribió.

Conecta con el lector

Además de emocionar, tu gancho también debe establecer una conexión. El lector debe sentir que esta historia, aunque personal, tiene algo que resuena con su propia experiencia.

Piensa por un momento: ¿qué parte de tu historia podría ser un espejo para otros? ¿Qué lección, lucha o triunfo podría hacer que alguien diga “yo también he pasado por eso” o “me gustaría aprender de esta experiencia”? Una buena autobiografía te hace sentir menos solos en tus propias batallas.

En este sentido es necesario aclarar que esto también dependerá de la claridad con que hayas definido a tu lector meta. O sea, por muy bueno que sea el gancho inicial de tu autobiografía, si el lector no tiene nada que ver con tu historia ni con tu vida, será complicado que se interese por saber más.

Tipos de ganchos para una autobiografía

Hay muchas formas en las que puede iniciar tu historia. No obstante, te voy a compartir siete que te pueden inspirar para tu libro:

1. Con una revelación impactante

Por ejemplo: Morí tres veces antes de cumplir los dieciocho años. La primera vez fue en un accidente de coche, la segunda durante una operación y la tercera cuando me perdí en las montañas durante cinco días.

2. Con un momento decisivo

Por ejemplo: El día que decidí abandonarlo todo no llovía, ni hacía frío, ni ocurrió nada extraordinario. Era un martes como cualquier otro cuando comprendí que mi vida, tal como la conocía, había terminado.

3. Con una contradicción

Por ejemplo: Nací en la abundancia, pero crecí conociendo el hambre. Fui hijo de un millonario que perdió su fortuna la misma semana en que yo llegué al mundo.

4. Con una escena vívida

Por ejemplo: El olor a pólvora impregnaba el aire mientras los gritos ahogaban el sonido de mis propios pensamientos. Tenía ocho años y acababa de presenciar cómo mi ciudad natal desaparecía entre las llamas.

5. Con una cita o frase heredada

Por ejemplo: Mi abuela siempre decía: ‘Los secretos son como veneno; te corroen por dentro hasta que los escupes’. No entendí el verdadero significado de sus palabras hasta que descubrí el secreto que había definido toda mi existencia.

6. Con una ironía o paradoja

Por ejemplo: Pasé mi vida entera ayudando a otros a encontrar el amor verdadero. Decenas de parejas felices llevaban mi alma. Y, sin embargo, yo nunca supe lo que era amar hasta los sesenta y siete años.

7. Un dato curioso o histórico relacionado contigo

Por ejemplo: Nací el día que Benito Juárez se convirtió en presidente de la republica mexicana, y mi nombre fue inspirado por él.

 

El objetivo de estos siete ganchos no es que los trates de replicar tal cual, son para que te inspires. Recuerda que tu historia es única y tu esencia también. Así que has varias pruebas hasta que encuentres un gacho que te agrade.

¿Cuál es el mejor inicio para tu libro?

Esa, mi querido Autor Implacables, es la pregunta del millón y la respuesta es: depende de tu historia y de tu estilo personal.

¿Qué tipo de reacción quieres provocar en tu lector desde el primer instante? ¿Sorpresa? ¿Empatía? ¿Intriga? ¿Reflexión?

Mi consejo es que experimentes con varios tipos de ganchos. Escribe diferentes versiones del inicio y ponlas a prueba. Sigue estos pasos:

1. Léelas en voz alta para sentir su ritmo y fuerza
2. Muéstralas a personas de confianza y observa sus reacciones
3. Deja reposar cada versión y vuelve a ellas con ojos frescos
4. Pero, sobre todo, siente cuál resuena más contigo.

El gancho perfecto es aquel que no solo atrapa, sino que también prepara adecuadamente al lector para el tono y el contenido del resto del libro.

Errores comunes al iniciar tu autobiografía

Evitar los clichés es fundamental. Puede darle al lector la impresión de que será un libro muy común. Exploremos algunos errores frecuentes que debes evitar:

1. Comenzar demasiado lejos en el pasado. Muchos autores caen en la trampa de iniciar con “Nací en…” seguido de detalles cronológicos aburridos sobre su infancia. Este inicio predecible y lento rara vez captura la atención del lector. Es mejor comenzar con un momento significativo que revele algo esencial sobre tu carácter o trayectoria.

2. Sobrecargar con datos biográficos. Intentar incluir demasiada información personal en las primeras páginas (fechas, nombres completos, ubicaciones exactas, antecedentes familiares detallados, situación socio cultural del momento) abruma al lector y diluye el impacto emocional. Es mejor seleccionar a consciencia los detalles que son verdaderamente “relevantes” para el objetivo de la autobiografía.

3. Adoptar un tono excesivamente formal. Algunos autores se sienten obligados a escribir con un lenguaje grandilocuente o artificialmente literario al comenzar su autobiografía, lo que crea distancia con el lector. La autenticidad de voz es fundamental para establecer conexión emocional desde el primer párrafo.

4. No establecer el propósito o tema central. Algunas veces el autor comienza sin dar al lector una idea clara de por qué su historia es importante o qué la hace única. Sin este elemento que sugiera por qué el lector debería invertir su tiempo en conocer tu vida, es fácil perder el interés rápidamente. El inicio debe insinuar la pregunta central o el conflicto que impulsa al objetivo de tu biografía.

5. Omisión de conflictos o vulnerabilidad. Algunos autores evitan hablar de fracasos, errores o momentos difíciles por pudor, pero esto resta profundidad y humanidad al relato. Los lectores conectan más con las experiencias reales y las emociones sinceras.

Y si te ha gustado este artículo sobre cómo empezar tu autobiografía, tienes que leer el siguiente donde hablamos de algo igualmente crucial: ¿Cómo terminar una autobiografía?

Porque tan importante como un buen comienzo es un final que deje huella; de hecho, el inicio y el final es lo que suele recordar más la gente. ¿Deberías cerrar con una reflexión, un círculo perfecto que conecte con el inicio o quizás con una mirada hacia el futuro? Descúbrelo en el siguiente artículo.

TEST DE PERSONALIDAD DE AUTOR

¿No sabes si comprar un curso para escribir tu libro o buscar tutoriales en YouTube?

No pierdas tiempo con un método que no funciona para ti. A través de este test podrás descubrir cuál es tu tipo de personalidad de autor y definir qué método te dará las mejores posibilidades de éxito.