Cómo Definir a tu Lector Meta: Guía Esencial para Autores

Ariel Ortuño

Autor, Mentor de Autores y Conferencista

Ariel Ortuño

Autor, Mentor de Autores y Conferencista

Aprende qué pasos necesitas seguir para definir tu lector meta. Esto te permitirá escribir de manera más clara y de acuerdo con lo que tu lector busca y necesita, de tal forma que puedas incrementar las posibilidades de éxito de tu libro. 

Los lectores insatisfechos con un libro suelen ser aquellos que esperaban algo diferente. ¿Por qué? Pueden ser varias las razones. Una de las que destaca es que el libro es vendido para todo el público bajo el argumento de que la información le servirá a cualquier persona y de cualquier edad. Eso es cierto, pero no es aplicable a los libros. 

Por ejemplo, un cuento infantil cuya excelente reflexión final sirve a los adultos, no se venderá porque no es lo que los adultos buscan para reflexionar. Explicar la filosofía de Platón puede servirles a todas las personas del mundo y de todas las edades; nos obstante, ¿quién lo va a comprar? 

Derivado de lo anterior es que quiero compartir contigo 4 puntos esenciales que necesitas considerar para saber quién es tu lector meta. Con ello, son mayores las probabilidades de que tu libro sea aceptado con mayor éxito y se venda más.

1. Situación actual del lector meta 

Imagina a una mujer llamada “La Felipa”. Ella tiene el deseo de mejorar su relación de pareja. Ha estado casada durante diez años, tiene dos hijos, pero siente que la relación se ha estado enfriando. Entonces compra un libro que se llama Crea una relación excepcional.

En dicho libro, el autor quiere abarcar todas las etapas que pasa una relación de pareja para llegar a un mercado más amplio. El libro comienza hablando sobre cómo conquistar a alguien, luego cómo llevar un buen noviazgo, después cómo comprometerse, enseguida sobre qué hacer para casarse, después habla sobre los primeros días de casado, luego sobre cuando vienen los hijos, después sobre los cinco primeros años… Después (¡por fin!) habla sobre qué hacer en la crisis de los diez años, tema al que el autor le dedica solo un capítulo y continúa con qué va a pasar a los quince años, a los veinte y hasta de cuando los hijos se van, cuando llegan los nietos, etcétera. En general, el libro trata sobre los ciclos de una relación de pareja, pero no especificó ningún tema en especial.

Como el autor quiso abarcar mucho mercado, lo que ocurrió es que le da muy poca información relevante al lector. Así, La Felipa no siente que el libro le haya ayudado, ya que no profundiza en la información que ella necesita para salvar su matrimonio. Además, como es demasiado amplio el abanico de situaciones, es probable que La Felipa ni siquiera lea el libro completo. 

El autor podría escribir un libro que vaya dirigido a la etapa del matrimonio donde hay más posibilidades de querer aprender cómo mejorar la relación. Voy a especular que puede ser a los cinco años de casados. Entonces, el libro iría dirigido a parejas que tienen problemas después de cinco años de matrimonio; solo se enfocaría en eso con todas sus variantes. ¿Crees que este libro sería más relevante y de mayor ayuda para La Felipa? Por supuesto que sí. 

Una vez que este autor logre posicionarse en ese nicho de mercado, podría pasar a escribir sobre cómo casarse de la mejor manera; trabajar en ello hasta posicionarse también en el tema, y así de manera sucesiva con todos los ciclos de una relación de pareja. De esta forma, cada libro estaría dirigido a un nicho de mercado especial donde la información sería relevante para el lector.

2. Género

Si un libro tiene un título rudo porque está enfocado hacia los hombres, pero los ejemplos hablan de situaciones femeninas, no va a lograr que la mayoría de los lectores se enganche con la lectura. Pasaría lo mismo con un libro enfocado a las mujeres donde compartas ejemplos de situaciones de hombres; incluso podría haber mujeres que te censuren por “sexista”. Cuando tu tema es para hombres, debes dar ejemplos de hombres; cuando tu tema es para mujeres, debes dar ejemplos de mujeres. 

Ante esta recomendación, un comentario común de los autores es: ¡Pero mi tema le sirve a hombres y mujeres! O sea… sí, pero debes buscar una mayoría considerable. Si hablas de coches, el mercado principal son hombres; si hablas de maquillaje, el mercado principal son mujeres. Respecto al segundo ejemplo, el maquillaje: ¿por qué querrías adaptar la narrativa de tu libro a los hombres que significan un 5 % de tus lectores (o menos) y sacrificar al 95 % de tus lectoras? No tiene sentido. 

En algunos casos es verdad que el tema es relevante para hombres y mujeres; entonces, te recomiendo que incluyas ejemplos de ambos sexos. Solo cuida que esté equilibrada la balanza. También intenta que los ejemplos negativos sean más sobre hombres para evitar polémicas externas. 

3. Generación

No es lo mismo que le hables a un joven de veinticinco años, que a un señor de cuarenta y cinco años, o a un caballero de sesenta y cinco años. Cada uno está buscando algo diferente. Supongamos que tu tema es el liderazgo: el joven podría buscar algo más explosivo, más competitivo, ser el protagonista; el señor de media edad algo que le ayude a delegar, lograr que el equipo trabaje sin él; el caballero mayor quiere aprender cómo lograr que sus líderes tengan la posibilidad de crear más líderes. ¿Notas la diferencia generacional?

Piensa que los ejemplos que compartes en el libro harán que el lector se enganche con el tema. Si no empatizan con lo que el lector está viviendo, irá perdiendo interés en la lectura.

4. Probabilidad de uso de información

La persona que lea tu libro debe tener acceso a los recursos necesarios para implementar la información que sugieres y obtener el resultado que propones. 

Imagina que El Chuy quiere ser millonario. Un día compra un libro llamado Cómo hacerte millonario en dos meses: Recaudando capital para invertir en un gran negocio. En dicho libro, el autor narra cómo en dos meses creó una gran idea de negocios, buscó personas para que quisieran invertir cien millones de dólares con él; luego las encontró, logró abrir su negocio y se hizo millonario. ¡Voilá! Suena sencillo, ¿no?

A pesar de que la información del libro es factible, para El Chuy es improbable. Él es un trabajador operativo que no tiene mucha creatividad y todos sus contactos están igual de jodidos. ¿Crees que el libro le va a servir de algo? No de mucho. Quizá lo inspire o tal vez lo deprima, al darse cuenta de que su vida es miserable y nunca podrá lograr en dos meses lo que el autor recomienda, a pesar de ser “supuestamente” un proceso tan fácil que hasta un niño podría hacerlo. 

Si el autor escribiera para gente como El Chuy podría empezar por encaminarlo hacia acciones que pueda realizar: subir de puesto, ser más productivo, administrar mejor sus ingresos, etc. Algo parecido hizo Israel Gómez, directivo en una ensambladora de coches. Decidió escribir el libro Creces o estás fuera, con la finalidad de que los trabajadores sepan cómo pueden mejorar su vida, su rendimiento laboral, subir de puestos y ganar más dinero. 

Define tu lector meta

Después de comprender los puntos anteriores, por favor responde a las siguientes preguntas: 

  1. ¿Qué necesita estar viviendo el lector para que, al ver tu libro, piense “eso es lo que necesito”? 
  2. El tema del que vas a hablar en tu libro, ¿afecta más a mujeres, a hombres o es casi igual? ¿A quién le importa más, a hombres o a mujeres?
  3. ¿Para qué rango de edad sería más relevante la información de tu libro? Procura que el rango no sea mayor de quince años; por ejemplo, de 25 a 40 años o de 30 a 45 años. 
  4. ¿A qué recursos debería tener acceso el lector para poder aprovechar la información? Me refiero a los recursos con los que cuenta y los que podría conseguir. Piénsalo desde la perspectiva de lo que pueden tener y conseguir la mayoría de los lectores. 

Te recomiendo que hagas una pausa ahora para responder las preguntas anteriores. La información que obtengas te va a ayudar para lo que sigue. 

Categorías Clave del Lector Meta

Al definir a tu lector meta, es crucial considerar varias categorías para obtener una comprensión más precisa y detallada de tu audiencia. Aquí presentamos las categorías esenciales:

Edad: Identifica el rango de edad más relevante para tu contenido. Por ejemplo, de 25 a 40 años.

Género: Determina si tu contenido se dirige más a hombres, mujeres o ambos por igual.

Lugar de residencia: Considera si tu lector vive en áreas urbanas, suburbanas o rurales. Esto puede afectar sus intereses y necesidades.

Educación: Evalúa el nivel educativo de tu audiencia, desde secundaria hasta posgrado.

Salario: Define el rango de ingresos de tu lector. Esto influye en sus hábitos de consumo y decisiones de compra.

Aficiones: Conoce sus intereses y pasatiempos, lo que ayuda a crear contenido que realmente les atraiga.

Motivaciones: Descubre qué impulsa a tu lector, ya sea mejorar sus habilidades, obtener información específica o entretenimiento.

Comportamiento de compra: Analiza cómo y por qué tu audiencia toma decisiones de compra, incluyendo factores como frecuencia y canales preferidos.

El dolor

El lector que compra un libro de no ficción necesita ayuda para algo. No le interesa pasar el rato, no le interesa entretenerse: quiere aprender. Así, con base en la información obtenida anteriormente, vamos a detallar cuál es el dolor que tu libro va a sanar. He agrupado los posibles escenarios en cuanto a ideas para simplificar tu aprendizaje: 

  1. El lector quiere confirmar que las cosas son diferentes

Podríamos decir que el dolor es la sensación de que algún concepto o idea podría tener otro enfoque. Son lectores con pensamiento crítico que, de modo constante, cuestionan el conocimiento popular. Por ejemplo, el trabajo de Nassim Nicholas Taleb y de Malcolm Gladwell, dejan en claro que el éxito en la vida no se puede lograr solo siguiendo la metodología del mejor gurú en turno. Sus propuestas son disruptivas y chocan con las creencias populares. 

Otro ejemplo es mi libro La cualidad única que te hace un líder. Mi propuesta es que el líder es la persona que asume la responsabilidad sobre el resultado, nada más. Esa es la cualidad única que tienen todos los líderes, lo demás son habilidades que al desarrollarlas pueden mejorar su desempeño. La gente se pregunta: ¿Cómo es posible que este incompetente esté a cargo del proyecto? Y la razón es que asumió la responsabilidad del resultado. Cuanta más cantidad de responsabilidad tomes sobre las cosas, más gente vas a necesitar y más gente te va a seguir. Si das un buen trato, te seguirán con alegría; si das un mal trato, te seguirán haciendo quejas, pero te seguirán de todos modos. 

Reflexiona sobre el tema de tu libro para determinar si estás revelando algún concepto con estas características. 

  1. El lector necesita tomar una acción

En este caso, el dolor de nuestro lector podría ser por confusión; es decir, no sabe qué hacer ante determinada situación. También podría ser por miedo, sabe cuál es el camino que debe seguir, pero quiere evitar el esfuerzo o el fracaso. Un ejemplo muy claro es superar una enfermedad terminal, el lector sabe lo que viene y tiene miedo. 

En enero del año 2020 leí el libro The 10X rule de Grant Cardone. El efecto que causó en mí fue impresionante. Decidí consolidar Autores Implacables y comprobar que el método que yo usaba podría ser escalado y multiplicado. Estaba tan inspirado que ni siquiera la pandemia me frenó. En ese año publiqué seis libros, de los cuales cinco lograron la etiqueta de “Más vendidos” de manera orgánica y uno de ellos es el top de ventas de todos mis libros en la actualidad. También consolidé el equipo de trabajo de Autores Implacables. Me sentía confundido y con miedo, pero después de leer el libro de Cardone supe qué hacer.   

Ese mismo año, también leí el libro Lo único: La sencilla y sorprendente verdad que hay detrás del éxito de Gary Keller. ¡Me explotó la cabeza! Me inspiró para ser más productivo con base en tener más tiempo libre cada vez. Así comencé a buscar la forma de dedicar más tiempo a las actividades que me revitalizan y menos tiempo al trabajo. De hecho, los dos libros fueron dinamita en mi vida. Uno me impulsaba para hacer diez veces más y el otro para liberar tiempo. 

  1. El lector debe resolver un problema

Acá el dolor es más evidente porque el lector ya tiene un problema. Puede ser de salud, de dinero o de relaciones. Un tema muy comercial es la pérdida de peso. El lector tiene un problema (sobrepeso) y tu libro le da la solución (una dieta). 

En mi libro Ya soy independiente, ¿y ahora cómo vendo?, doy al lector los pasos que debe seguir para resolver el problema de sus ventas. Un profesional independiente sabe hacer aquello que es su especialidad, pero sus habilidades no se encuentran en las ventas. La mayoría de la gente está convencida de que si hace un buen trabajo las recomendaciones traerán más clientes. La realidad es que eso pasa con pocas personas, todos los demás necesitamos hacer algo al respecto. 

  1. El lector quiere mejorar un área de su vida

El dolor aquí es que el lector desea incrementar sus habilidades y conocimientos. Puede ser que no sepa nada sobre el tema o que tenga algunos conocimientos. Incluso podría ser que tenga un problema y crea que desarrollando ciertas habilidades podrá encontrar la solución. 

En mi libro Cómo influir contando historias, ayudo a las personas que quieren incrementar sus habilidades de persuasión, solo eso. El libro no está enfocado en conseguir algo en específico. O sea, sí se trata de lograr influir a las personas, pero no hay un objetivo más allá, como sería: vender más, encontrar pareja, hablar en público, etc. Mi interés fue el desarrollo de la habilidad para su aplicación en cualquier área de la vida. 

Para este momento ya tienes una idea de quién es tu lector meta, de cuáles son sus características y de qué situación está viviendo. Entonces, registra en tus notas la respuesta a esta pregunta: ¿cuál es el dolor de tu lector meta? Esta información te servirá para lo que sigue. 

El punto de partida

Para que tu libro tenga mayores posibilidades de éxito, sobre todo el primero, debes considerar llegar a un mercado más amplio. Esto quiere decir que necesitas escribir para personas que tienen poco o nulo conocimiento sobre el tema. Más aún cuando no eres una figura reconocida en el medio. Si escribes para personas muy avanzadas y nadie te conoce en ese nicho de mercado, es complicado que tu libro se venda. Te voy a explicar cuáles pueden ser los tres puntos de partida de tu lector meta y cómo aprovecharlos: 

  1. Mentalidad. El lector apenas sabe sobre el tema que escribes. Necesita que justifiques tu tesis. Retomo mi libro Todo lo que te dijeron sobre ser líder y que es mentira (2020). En él te doy elementos para que cambies tu modo de pensar respecto al liderazgo. Ese es el objetivo principal. Tim Ferris en su libro La semana laboral de 4 horas (2007), lo que pretende es cambiar tu percepción del tiempo de trabajo. 
  2. Motivación. En este punto el lector ya comprendió el concepto que es nuevo para él. No obstante, puede tener dudas sobre los resultados que puede conseguir. Necesita que le des motivos para hacerlo, puede ser a través de uno o varios casos de éxito. Por ejemplo, la resiliencia, un concepto muy popular en los últimos años. José decide hablar sobre su vida como un caso de resiliencia: enfermó de COVID-19 y estuvo inconsciente durante cinco meses, al despertar tuvo que aprender a caminar de nuevo; todo ello con la noticia de que su esposa y su nieta habían muerto. 

3. Estrategia. Los lectores aquí ya conocen sobre el tema y quieren implementarlo, solo que no saben cómo. Desean material que les brinde los pasos para conseguir el mejor resultado. En mi caso, la mayoría de mis libros están enfocados en este punto. Por ejemplo, en mi libro Aleja a las amistades tóxicas (2020), comparto con el lector una guía de 27 días donde le digo qué debe hacer para limpiar su vida de personas que drenan su energía.

Estos tres puntos pueden estar incluidos en tu libro. Lo que hace la diferencia es en cuál te vas a enfocar más de acuerdo con tu estrategia o conocimiento. Si te enfocas más en mentalidad, la mayor parte del libro será para justificar tu tesis; en el caso de motivación, la mayor parte del libro se enfocará en casos de éxito; cuando vas por la estrategia, la mayor parte del libro se enfoca en el cómo. 

En el caso de este artículo, si me enfocara en el punto de partida de la motivación, estaría lleno de casos de éxito de autores autopublicados. ¿Motivación para qué? Pues para que trabajes con nosotros. Entonces, trataría de darte la menor cantidad de contenido sobre explicarte cómo hacer las cosas. Pero no es así, estamos enfocados en la estrategia. ¿Notas la diferencia? 

El resultado deseado

Se trata de la promesa. ¿Qué va a conseguir el lector si aprende e implementa lo que propones en tu libro? No sé cuál sea tú caso, pero yo estoy cansado de la gente que exagera los resultados con tal de vender. También de la gente que lleva tu atención a un resultado “en apariencia” increíble mientras descuida todo lo demás. 

  1. Resultados reales. No prometas resultados que no has logrado. Tampoco resultados que crees que debería tener el lector solo porque te hace sentido. 
  2. Condiciones de cada lector. Deja claro para el lector que las circunstancias sí importan y que los resultados serán diferentes de acuerdo con los recursos a los que tenga acceso. 
  3. Tamaño de la muestra. Cuantas más personas hayan logrado un resultado con tu propuesta, mayores probabilidades tendrá el lector de tener éxito también. Si solo tú y un par de personas han tenido el resultado que prometes, sé precavido. 

Concepto de “Reader Persona”

El término “Reader Persona” se refiere a la creación de un perfil ficticio que representa a tu lector ideal. Este perfil incluye detalles demográficos, intereses, comportamientos y motivaciones del lector. Definir una Reader Persona permite a los autores comprender mejor a su audiencia, facilitando la creación de contenido más relevante y atractivo.

La importancia de un Reader Persona radica en su capacidad para guiar la redacción y el desarrollo del contenido. Al tener claro quién es tu lector ideal, puedes adaptar tu estilo, tono y temas a sus preferencias y necesidades específicas. Esto no solo mejora la conexión con el lector, sino que también incrementa la probabilidad de que el contenido sea compartido y recomendado, aumentando su alcance y efectividad.

Mi recomendación es que compartas con el lector tu resultado y bajo las condiciones en que lo lograste, con la finalidad de que sepa qué hiciste. Luego, garantiza solo lo que sabes que sí puede lograr el lector nada más con leer tu libro. 

Si fuiste resolviendo las preguntas al avanzar con la lectura, para este momento tienes una visión clara de quién es tu lector meta, qué problemas tiene y cuál es el resultado al que lo llevarás. En el siguiente capítulo voy a compartir contigo algunas ideas de investigación para que complementes cómo ayudar a tu lector. Sigamos adelante porque tal vez…

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