¿Puede mi vida inspirar a alguien? ¿Debería escribir un libro de autobiografía para ayudar a otras personas? Te aseguro que sí, la vida de cada persona siempre tiene elementos que pueden ser plasmados en un libro. No obstante, es importante saber qué pares de tu vida debes compartir y cuáles no. A continuación, te explico cómo hacerlo.

¿Qué es una Autobiografía y Tipos de Autobiografías?

Una autobiografía es un relato escrito por una persona sobre su propia vida. Este tipo de narrativa permite a los autores reflexionar sobre sus experiencias, compartir sus logros y lecciones aprendidas, y ofrecer una visión personal de su trayectoria. Existen varios tipos de autobiografías:

1. Memorias: Se centran en eventos específicos o periodos significativos de la vida del autor. Las memorias suelen tener un tono introspectivo y reflexivo, ofreciendo una mirada profunda a las emociones y pensamientos del autor durante esos momentos.
2. Biografías noveladas: Estas combinan hechos reales con elementos de ficción para crear una narrativa más atractiva. Aunque se basan en eventos verdaderos, los autores pueden añadir diálogos y detalles que no están documentados para enriquecer la historia.
3. Autobiografías completas: Cubren toda la vida del autor, desde la infancia hasta el presente. Este tipo de autobiografía ofrece una visión amplia de la evolución del individuo, destacando los eventos más importantes y cómo estos han moldeado su vida.
4. Autobiografías temáticas: Se enfocan en un tema específico, como la carrera profesional, la vida familiar o la superación personal. Estas autobiografías permiten explorar en profundidad un aspecto particular de la vida del autor.

Iniciar con una definición clara y comprender los diferentes tipos de autobiografías puede ayudar a los escritores a elegir el formato más adecuado para su historia.

5 Pasos Para Escribir un Libro Autobiográfico

Tu vida es tuya y para ti es muy común vivirla, pero no es igual para la demás gente. Así, puede ser que alguna de las situaciones complicadas que has superado sean muy parecidas a las que está viviendo alguien más, con lo que estarían dispuestos a conocer algunos detalles de tu vida para tomar fuerza, seguir adelante y saber cómo resolverlo.  Entonces, ¿por dónde comenzar a escribir tu libro?

1. Define Para Quién vas a Escribir

Lo primero que debes tener claro es el perfil de la persona a quien más le ayudará la información de tu libro. Por ejemplo, podrías pensar que todos necesitan inspirarse, sin embargo, no es lo mismo necesitar inspiración para superar una quiebra financiera que una ruptura amorosa o una enfermedad crónica.

Trata de pensar qué situación tendría que estar experimentando una persona para ver tu libro y pensar: “¡Este libro es lo que necesito ahora!”. Para ello pon tu enfoque en qué aspectos de tu vida son los que te inspiran para escribir un libro. Acá algunos ejemplos:

a) Recuperar la salud. El lector acaba de ser diagnosticado y se encuentra colapsado.

b) El lector está en quiebra o es un trabajador que ha llegado al límite y desea libertad y ganar más dinero.

c) Éxito profesional. El lector se siente estancado y necesita encontrar un mecanismo que lo haga seguir creciendo.

d) Encontrar pareja. El lector no puede encontrar el tipo de pareja que desea o ni siquiera puede encontrar pareja alguna.

e) Superar un divorcio. El lector tiene miedo de divorciarse o ya lo hizo y no logra superarlo.

f) Salir de una relación tóxica. El lector tiene la sensación de estar dentro de una mala relación, pero no sabe cómo escapar o tiene miedo.

g) Lograr un estilo de vida. El lector tendrá deseos de cambiar su vida, pero no sabe por dónde iniciar, por ejemplo, convertirse en un nómada digital.

h) Anécdotas peculiares. El lector desea conocer el folklor regional o experiencias poco comunes sobre temas específicos.

Una vez que sabes quién es tu lector meta, enfocarás todo tu libro de autobiografía al tema en cuestión. En definitiva, este paso te ayuda a enfocar de manera correcta tu escritura.

2. Define qué Quieres Lograr en el Lector

Ahora sabemos en qué situación se encuentra tu lector meta, pero hace falta hacía dónde lo vamos a llegar y de qué manera. Dependiendo del tema de tu libro, algunas veces bastará con contar tu historia y ya, otras necesitarás compartir estrategias para mejorar la experiencia del lector o compartir los pasos que consideras se debe seguir. Aquí algunas ideas:

A) El objetivo es mostrar al lector que, a pesar de cómo se sienta en ese momento, hay esperanza y podría encontrar la forma de lograr lo mismo. Aquí no es necesario explicar al lector qué hacer, solo contar la historia.

B) Desarrollar habilidades. Quizá cuentas con habilidades que superan la media en alguna área particular; así, contar tu historia puede dar contexto al lector sobre qué debe hacer para desarrollar las mismas habilidades.

C) Resolver un problema. Aquí deberás darle al lector, de manera clara, los pasos que seguiste para superar alguna dificultad. Tu historia ayudará al lector a tener un contexto sobre cómo puede aplicar tus recomendaciones.

D) Anécdotas peculiares. Puede ser de manear cronológica o agrupadas por temas.

De esta manera será más fácil para el lector comprender y aplicar la información que está leyendo en tu libro. Lo que incrementa las posibilidades de que le guste, le sea útil e incluso lo recomiende.

3. Seleccionar que Partes de tu Vida Contar

Con los dos pasos anteriores es posible que ya te hayas dado cuenta de que escribir un libro de autobiografía va más allá de solo contar tu historia. De hecho, la información anterior te servirá para determinar qué parte de tu es relevante para el objetivo del libro. Pon mucha atención a esta palabra “RELEVANTE”.

Puede ser que quieras incluir en tu libro información que consideras importante o curiosa o, incluso, divertida. Si no suma para la comprensión del libro, es posible que saque de contexto al lector.

Imagina que en una de las películas de Star Wars, de repente, aparecen unas personas en una playa del caribe haciendo chistes. Es una escena que dura solo un minuto, pero el director la quiso incluir porque para él parecía muy divertido. Por si fuera poco, aparece a la mitad de una batalla. ¿Qué impresión sobre la película te quedaría?

Siente libertad de agregar a tu libro de autobiografía cada parte de tu vida, mientras consideres que es relevante para dar contexto al aprendizaje o para compartir la experiencia misma.

4. Cómo Iniciar tu Libro de Autobiografía

Si fuera el caso de que ya te sientes listo para comenzar a escribir, es posible que pienses: “¿Qué debería escribir primero?”. Es una excelente pregunta porque los primeros párrafos deberán de comenzar a llamar la atención del lector para desear terminar de leer tu libro.

En gran medida dependerá del punto 2, qué quieres lograr en el lector con tu libro. No obstante, a continuación, acoto algunas ideas.

1. Curiosidad. Puedes comenzar con una pregunta que sugiera algo importante que se descubrirá en el libro. También puede ser una historia o anécdota breve que dé paso a dicha pregunta.
2. Interés. El proceso será similar al punto anterior, pero, de manera abierta, dirás al lector qué es lo que va a encontrar en el libro y cómo lograrlo.
3. Morbosidad. Con relación en el tema que seleccionaste, puedes iniciar con el momento más doloroso o emocional que viviste. De manera literal, comenzarás explicando cómo te sentías y qué pasaba.
4. Identificación: No es necesario que durante todo el capítulo desarrolles alguna de las ideas anteriores. Podría ser cuestión de unos pocos párrafos solo para crear el efecto deseado en el lector y después hacer una transición a tus primeros años de vida. Todo siguiendo las recomendaciones del punto 3.

5. Lo que no Debes Hacer

Hay algunos elementos de tu vida que, si bien son relevantes para el tema y objetivo de tu libro de autobiografía, deberías tener en cuenta para evitar problemas, tanto para ti como para otras personas. Te comparto algunos ejemplos:

a) Nombres reales. De preferencia no lo hagas y si consideras que es necesario, que sea solo para hablar de cosas positivas respecto a las personas. En caso de que tu libro funcione también como un acto de denuncia, es importante que consideres que haya demandas establecidas y pruebas contundentes sobre lo que dices, para evitar demandas.

b) Situaciones muy fáciles de identificar. A veces los autores usan seudónimos para narrar experiencias negativas o comprometedoras. No obstante, el problema es que puede ser muy evidente identificar de quién se trata. Si evito hablar de mi padre y digo que el hombre que mantenía la casa donde vivía, la mayoría de la gente que te conozca saber de quién hablas. 

c) Situaciones intimas tuyas. Recuerda que los lectores harán creaciones mentales sobre la información que leas y, con base en ello, se quedarán con una impresión de ti. Por ello, si no tienes otra opción y es completamente relevante que lo cuentes, comparte la menor cantidad de detalles.

d) Situaciones intimas tuyas que expongan a otros. Es un caso parecido al punto B. Si consideras que debe exponerse como tal, adelante. Lo más importante es que estés consciente de que las personas involucradas podrían entrar en conflicto contigo.

e) Conflictos familiares. Tus padres, hermanos, pareja e hijos podrían sentirse expuestos si compartes tus problemas de familia. Para evitarlo, es conveniente que seas sensible al respecto, pese a que no tengas una buena relación con alguno. Eventualmente, si dichos problemas derivaron en crear una relación mejor al final de la historia y los involucrados están de acuerdo con que compartas tu testimonio, adelante.

Escribir y publicar tu primer libro siempre es gran reto, pero también es un gran logro. Anímate a hacerlo y comienza hoy mismo a escribir tu libro de autobiografía.

Técnicas de Escritura y Estilo

Usar el tiempo verbal adecuado es crucial para mantener la coherencia. Cuando escribo una autobiografía, suelo hacerlo en primera persona, utilizando principalmente el pasado para eventos concluidos y el presente para reflexiones actuales. Esto crea una conexión personal y directa con el lector. Para crear una narrativa atractiva, incorporo descripciones vívidas y diálogos auténticos, lo que añade profundidad y dinamismo. Mantengo una estructura clara y cronológica, pero no temo experimentar con saltos temporales si enriquecen la historia. Uso un lenguaje sencillo pero evocador, y reviso continuamente para asegurar fluidez y consistencia.

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