Cómo Escribir un de Calidad Rapido

Ariel Ortuño | Mentor de Autores

Fecha de publicación: May 27, 2024

Hace un par de años asistí a un desayuno de autores. La finalidad del evento era que yo y otros autores recibiéramos un reconocimiento por nuestros libros publicados. En la mesa donde me asignaron, se encontraba un caballero que se dedicaba a escribir poesía. 

—¿Cuánto tiempo tardaste en escribir tu libro? —me preguntó. 

—Cerca de seis meses —respondí y él enderezó la espalda y me miró por debajo de su hombro. 

—Yo tardé veintisiete años en escribir mi libro —comentó con voz firme. 

“¡Por Dios! ¿Es en serio?”, pensé en ese momento. 

Mucha gente tiene la creencia de que escribir un libro es un proceso muy largo; por lo mismo, cuando lo hacen suelen postergar las actividades de manera innecesaria. Si tardas veintisiete años en escribir un libro es posible que no lo puedas repetir. 

El error de razonamiento es igualar la cantidad de tiempo con la calidad del libro. Un libro escrito en un corto periodo de tiempo podría ser un gran libro o tener gran éxito en ventas. Un libro que se escribió durante muchos años podría ser un fracaso total en todos los sentidos. ¿Y por qué la gente tiene la idea de que es un proceso largo? 

La respuesta es porque sí, es un proceso largo, pero solo cuando lo haces a través de una editorial. En el caso de la autopublicación el proceso siempre será mucho más corto, pero la gente lo ignora. Ahora, solo estoy hablando del proceso para la publicación del libro una vez terminado el manuscrito. Eso nos lleva a otra pregunta: 

¿Por qué un Autor se Tarda en Escribir un Libro?

He notado que el proceso de escritura se ve interrumpido por dos vertientes que se combinan: la primera está vinculada a una mala administración de su tiempo y la segunda a la falta de estructura en el contenido que el libro debe tener desde antes de comenzar la escritura.

Los nuevos autores no asignan un espacio de tiempo específico en su agenda para escribir. Creen que lo pueden hacer en sus ratos libres o en el tiempo que dedican para sus hobbies. ¿Para qué te sirve el tiempo libre y tener hobbies? Para relajarte. Entonces, imagina que te sientes obligado a escribir cuando quieres descansar o divertirte. Es evidente que no va a funcionar, a menos que tu hobbie sea escribir.

Si no puedes ser constante al escribir, de modo que cada semana generes un avance, comenzarán los problemas. Cuando dejas de escribir una o dos semanas pierdes el hilo del capítulo en el que te encontrabas. Luego, cuando transcurren más de dos semanas sin escritura, pierdes el hilo del libro. El resultado es que, cuando tienes deseo de escribir, tienes que tomar uno de dos caminos. El primero es leer tu libro para retomar el hilo, pero tú lo que quieres es escribir, no leer. El segundo camino es escribir de todos modos pensando que, al terminar el manuscrito, lo podrás arreglar. La consecuencia es que tu libro termina siendo un Frankenstein Literario, lleno de parches por todos lados con la intención de que tenga sentido. ¿Quieres terminar con un libro así? Espero que no, porque pocas veces ven la luz. El autor nunca estará satisfecho, ya que jamás logrará arreglarlo.

Cuando solo escribes quinientas palabras por semana, el tiempo que tardas en terminar es largo, dado que es muy poco el avance. Un buen tamaño para un libro de no ficción es de treinta mil a cuarenta y cinco mil palabras. A este ritmo, terminarías de escribir tu libro en alrededor de dos años. Claro, asumiendo que mantengas la motivación al avanzar tan lento y seas constante. Si el objetivo de quinientas palabras fuera por día, de lunes a sábado, eso significa que terminarías tu libro en cerca de cuatro meses. Digamos seis, por lo que se pueda atravesar.

Considera la diferencia entre duración y tiempo de trabajo efectivo. Malcolm Gladwell, en su libro Fuera de serie (2008), comenta cómo los músicos profesionales que son solistas empezaron a practicar su instrumento desde los cinco o seis años. Practicaban cerca de tres horas por semana. Luego, a la edad de diez años comenzaron a practicar de tres o cuatro horas, pero por día, a veces más, trabajando todos los días. En cambio, los músicos que no llegaban a ser solistas iniciaban de la misma forma que los primeros. La diferencia era que a los diez años sus horas de práctica eran menores; tres horas cada dos o tres días por semana. A ambos grupos, cuando se les preguntaba cuánto tiempo llevaban practicando, todos respondían que entre catorce y quince años. Era cierto, nada más que los solistas tenían tres o cuatro veces más horas de práctica.

Para evitar estos problemas y asegurar el progreso en tu escritura, es crucial aprender cómo definir a tu lector meta desde el principio, lo que te permitirá mantener un enfoque claro y efectivo durante todo el proceso. Además, establecer una estructura de un libro de no ficción te ayudará a organizar tus ideas y garantizar que el contenido sea coherente y atractivo para tus lectores.

Estrategia de Productividad para la Escritura

Una estrategia eficaz para aumentar la productividad es el uso de sprints de escritura. Estos consisten en establecer intervalos cortos y definidos de tiempo, por ejemplo, de 25 a 30 minutos, en los que te enfocas únicamente a escribir, seguido de un breve descanso. Este método, similar a la Técnica Pomodoro, ayuda a mantener la concentración y reduce la procrastinación.

Otro método es el desafío de las 5000 palabras por hora. Este enfoque requiere de una preparación previa rigurosa, donde defines claramente el contenido y la estructura de tu libro. Durante la sesión de escritura, te enfocas en generar la mayor cantidad de palabras posibles, sin detenerte a corregir. Este método es particularmente útil para generar borradores rápidos que luego puedes editar.

No importa cuántos meses o años le dediques a tu libro, lo único relevante es cuántas horas dedicas a escribir: una al día o una a la semana. ¿Eso quiere decir que puedes escribir un libro de calidad en dos días de arduo trabajo? Lo dudo, al menos no sin acompañamiento profesional. Necesitarías tener la estructura de tu libro, las fuentes a citar, mantener tu concentración y que la creatividad fluya sin problemas. Para alguien que no se dedica a la escritura, es un escenario complicado.

El Miedo

Dado que escribir un libro es exponer tus ideas a la crítica pública, a muchos autores nuevos les da miedo publicar. He conocido personas que llevan años escribiendo y que cuentan con varios manuscritos terminados, pero el miedo los tiene en la oscuridad. Cuando al fin salen a la luz sus textos, ellos podrían decir que tardaron diez años en escribir y publicar su libro. Para superar este miedo, es fundamental entender las barreras que te impiden publicar tu libro y encontrar maneras efectivas de enfrentarlas.

Otra forma de asegurar que tu libro se mantenga enfocado y sea de alta calidad es aprender cómo definir a tu lector meta, lo cual te ayudará a alinear tu contenido con las expectativas de tus lectores.

 

Consejos para Establecer una Rutina de Escritura

Establecer una rutina diaria de escritura es fundamental para avanzar en tu proyecto. Primero, identifica y elimina los ladrones de tiempo, como redes sociales y correos electrónicos. Considera herramientas que bloqueen estas distracciones durante tu tiempo de escritura.

Organiza tu espacio de trabajo para fomentar la creatividad y la concentración. Un ambiente limpio y ordenado reduce distracciones y mejora el enfoque. Añade elementos inspiradores, como libros, plantas o arte.

Establece horarios fijos para escribir. Al igual que con cualquier otro hábito, la consistencia es clave. Dedica al menos una hora diaria a la escritura, preferiblemente en el mismo lugar y a la misma hora.

Además, prioriza tus tareas diarias, dejando las menos importantes para después de tu sesión de escritura. Esto asegura que tu energía y creatividad se destinen primero a tu proyecto literario.

¿Qué pasa con el Tiempo de Investigación?

Aquí hay dos escenarios: el primero es cuando la investigación consiste en respaldar tu información y la segunda es cuando tú eres quién hace el estudio o encuesta.

Para el primer caso, cuando haces la estructura de tu libro, ya sabes qué necesitas investigar. No obstante, a la hora de escribir podrían aparecer ideas que también requieran respaldo. Entonces, primero escribes y después vas complementando con la investigación. Quiero destacar que no estoy proponiendo escribir sin sentido y luego tratar de hacer coherente el texto. Parto de la premisa de que, desde el inicio, tu libro tendrá una estructura.

En el segundo caso, cuando tú haces los estudios o encuestas, el proceso es distinto. Imagina que haces un estudio de comportamiento humano que dura diez años. Es evidente que los resultados los tendrás al final. Así, el libro lo vas a escribir pasados los diez años, en cuyo caso ya tendrás la información necesaria. Es decir, para el momento en que decidas ponerte a escribir el libro ya tendrás todo el contenido necesario.

Mi libro más vendido es Neuroliderazgo Persuasivo: 22 trucos psicológicos para aumentar tu liderazgo. Lo escribí en poco más de un mes. Me inspiré gracias a una conferencia que dicté sobre el tema. Por favor, no malinterpretes lo que propongo: no quiero decir que escribir rápido te va a dar un buen libro cada vez. Por ejemplo, tuve la oportunidad de leer el manuscrito de un caballero que lo había escrito en un día. Era un texto de apenas diez mil palabras mal redactado. Mi libro, mencionado al inicio de este párrafo, cuenta con más de cuarenta y cuatro mil palabras. El factor determinante fue el tiempo que dediqué a él: hubo días que escribí por seis horas. Tenía la estructura del libro muy clara y una gran inspiración. Si lo hubiera escrito con un tiempo de una hora al día, podría haber tardado alrededor de tres meses.

No ha sido igual con todos mis libros. En el caso del primero, tardé cinco meses en escribirlo. El tiempo que pasó desde que me senté a redactar hasta el momento en que se publicó fue de catorce meses. Fueron nueve meses de prueba y error tratando de encontrar qué hacer con mi manuscrito terminado.

Hay un par de autores reconocidos que también han escrito libros de manera rápida. Jorge Bucay ha publicado más de treinta libros; incluso, en un año llegó a publicar hasta tres. Otro caso es Bryan Tracy, autor que ha publicado más de sesenta libros en su carrera y que en un solo año logró publicar hasta cinco.

Mi conclusión es que cada libro tiene su tiempo. Podría decirse que es por el tema del que se habla, pero creo que se trata de una conexión especial del autor con el libro. Para este momento he escrito catorce libros y publicado trece, en ninguno de ellos he tardado el mismo tiempo en escribirlos.

Del mismo modo, cada autor tiene su tiempo, no todos escriben a la misma velocidad. A veces el autor está pasando por un momento en su vida que le permite escribir mucho o, por el contrario, hay bloqueos constantes o falta de tiempo. Por ello, es mentira que todos pueden escribir un libro de calidad en dos meses, siete semanas, cuarenta y ocho horas o cualquier otro plazo reducido de tiempo. Si no es tu momento y estilo no lo conseguirás y, si lo haces, quedarás insatisfecho con el trabajo.  Sin embargo, usar la estrategia correcta de acuerdo con tu personalidad, te ayudará a realizar el proceso más rápido y sin perder recursos valiosos como son tu tiempo y dinero.

He desarrollado un test que te permitirá conocer qué estrategia es la que debes seguir para escribir tu libro de acuerdo con tu personalidad. Si estás pensando en empezar a escribir, te recomiendo aprender cómo escribir un libro rápido y qué se necesita para publicar un libro para tener una mejor comprensión del proceso desde el principio. Da clic en el siguiente botón para responder rápidamente la prueba:

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