Ariel Ortuño
Autor, Mentor de Autores y Conferencista
¿Alguna vez has soñado con crear un mundo de fantasía lleno de guerreros, seres mágicos y hechiceros? ¿O quizás has vislumbrado una historia apasionante y romántica sobre dos personas que siempre estuvieron destinadas a estar juntas, aunque unas fuerzas externas busquen impedirlo a toda costa? ¿O qué tal una historia sobre un crimen sobrenatural o la venganza de la Inteligencia Artificial contra el ser humano?
Sin duda, la mayoría hemos soñado con mundos grandiosos de ficción que solo pasan en nuestra mente, y muy pocos son los que se atreven a darles solidez por medio de un libro. En otras palabras, todos somos capaces de crear historias en nuestra imaginación, sin embargo, no todos se animan a escribir una novela. Los motivos son muchos, pero aquí lo importante es que seas consciente de que tú puedes convertir en realidad ese sueño de escribir una historia, ya sea romántica, de ciencia ficción, drama, terror, aventuras, novela histórica, policiaca, erótica o lo que puedas imaginar.
Por ello, a continuación te compartiré los 7 pasos que necesitas poner en práctica para escribir tu primera novela (y ojo, si ya eres autor, seguramente te ayudarán a reforzar tu metodología y organización).
1.-Tomar la Decisión de Escribir una Novela
Quizá suene sencillo, pero es el paso decisivo que te llevará de tener una historia en el aire a aterrizarla en el papel y al fin poderla compartir con los demás. Aquí es necesario que pienses lo siguiente: hacer un libro requiere de motivación, tiempo, disciplina y trabajo. Cuando se trata de escribir una novela, la mayoría de las personas tienen la motivación para plasmar en papel aquellos escenarios y personajes de ensueño que los inspiran, pero cometen el error de lanzarse a iniciarla sin considerar los otros 3 factores, lo cual provoca que al poco tiempo se desanimen y abandonen su proyecto.
De este modo, es necesario que antes de empezar a escribir tu novela tengas el compromiso de que le dedicarás el tiempo para hacerla, la disciplina para ser constante en su creación y el trabajo para generar un manuscrito terminado y listo para pasar a las etapas finales de edición, diseño y publicación.
También es importante que en este paso consideres si realmente hacer ficción es para ti en este momento o si, por el contrario, ya sea por tus intenciones profesionales o intereses personales, necesitas primero escribir un libro de No Ficción; es decir, una obra que te apoye en la venta de cursos, talleres, conferencias o en general a darte autoridad dentro de tu medio profesional. De ser el caso, puedes visitar nuestro artículo: Cómo escribir un libro de No Ficción. En cambio, si tus intenciones son explorar la ficción, ¡bien! Sigamos adelante.
Finalmente, de lo que se trata es de que estés convencido de que deseas escribir una novela y que tendrás la motivación para trabajar en esa historia que siempre ha rondado por tu mente. Así que dime, ¿ya tomaste la decisión?
2.-Definir el Tema de tu Novela
Una de las fortalezas de escribir ficción es que tu mente puede volar tan alto como tú lo desees: monstruos, detectives, alienígenas, brujos, policías, amas de casa, astronautas, otras dimensiones, microcosmos y un infinito etcétera. Sin embargo, ante tanta apertura de temáticas, espacios temporales, géneros y demás, es necesario que primero establezcas sobre qué tema escribirás.
Primero debes partir de la historia que ya traes en mente. Defínelo: ¿es una historia de romance, fantasía, terror, crimen, erótica, ciencia ficción o historia de vida? Es importante que, si bien una novela puede hablar de varios de estos temas a la vez, elijas el tono que va a regir en tu historia.
Por ejemplo, si pensamos en Harry Potter o El señor de los anillos, observamos que tienen elementos de romance, crimen e incluso de terror, pero son libros-películas de fantasía. De esta forma, el tono principal de estos libros es ambientarse en espacios mágicos, con personajes que tienen poderes, seres mitológicos y una trama en torno a un evento fantástico.
Por eso debes decidir de qué género es tu historia. Para encontrar la respuesta, te recomiendo responder las siguientes preguntas: ¿de qué temas trata tu historia?, ¿cuál es el tema con más peso?, ¿a qué género se asocia más ese tema?, ¿qué historias te inspiraron esta idea que tienes y de qué género son esas historias?
Una vez definido el género, toma nota y escribe de qué tratará, cuántos personajes principales y secundarios aparecerán, quiénes serán los antagonistas, el espacio temporal (no es lo mismo que la novela ocurra en el año 1850, 2024 o 3500), los escenarios en que transcurrirá la historia y, lo más importante: cómo terminará.
Definir el Mensaje de tu Historia
Antes de comenzar a escribir tu novela, es crucial que determines qué deseas comunicar con tu historia. ¿Qué mensaje o tema principal quieres transmitir a tus lectores? Este mensaje debe ser claro y consistente a lo largo de toda la novela. Por ejemplo, ¿quieres explorar el poder del amor, la lucha por la justicia o los peligros de la tecnología descontrolada?
Una forma efectiva de identificar tu mensaje es reflexionar sobre las emociones y pensamientos que deseas evocar en tus lectores. Haz una lista de las ideas centrales que consideras importantes y asegúrate de que cada capítulo y cada personaje contribuyan a reforzar este mensaje.
Establecer un mensaje claro no solo te ayudará a mantener la coherencia en tu escritura, sino que también enriquecerá la experiencia de tus lectores, dejando una impresión duradera.
3.- Hacer Investigación
Si bien la novela que planeas escribir es tuya, por más ideas originales que tengas necesitas aterrizar la historia a un plano realista y coherente. Por ejemplo, ¿te imaginas una novela de romance ambientada en el año 1900 donde la protagonista se tiñe el cabello de rosa, usa jeans y dice palabras como “güey” o “tkm”? Tal vez tendría sentido si ese personaje se tratara de una adolescente de nuestra época que puede viajar en el tiempo; de otra forma, sería incoherente que una mujer de 1900 tuviera esas características.
Debido a lo anterior es que necesitas investigar todos esos elementos que te ayudarán a darle respaldo, solidez y realismo a tu libro (por más fantástica o sobrenatural que sea). Ahora bien, ¿qué tienes que investigar? Principalmente el espacio y el tiempo. Si tu novela transcurre en Dinamarca, debes investigar cómo es vivir en ese país, su clima, el modo en que vive la gente, las comidas típicas, los cambios de horario, lugares turísticos, etc. Si la historia ocurre en 1999, debes investigar qué pasó ese año a nivel mundial y local, cómo vestía la gente, qué estaba de moda, qué palabras se usaban, qué sitios del país aún existían, etc. Si te fijas, saber todos estos detalles te ayudará a darle más credibilidad a tu historia y no importa si no utilizas toda esta información, porque lo importante es que te ayude a mejorar la coherencia de tu novela.
También tienes que crear fichas de los perfiles de tus personajes y los escenarios. Contar con esta información te ayudará a darle color a tu novela conforme la vayas escribiendo, porque desde el inicio sabrás cómo deben y cómo no deben pensar y actuar cada uno de tus personajes, así como la descripción del espacio geográfico que habitan. Por último, deberás identificar qué elementos de tu novela que escapen de tu conocimiento necesitas investigar; por ejemplo, si uno de tus personajes es médico internista y desconoces el argot o características de esa profesión, tienes que investigarlo.
Reúne toda esta información, así como la lluvia de ideas que tengas sobre tu historia, lo necesitarás para crear la estructura de tu novela.
4.- Crear un Índice
Antes de comenzar a escribir tu novela, es indispensable que cuentes con una estructura que te guíe en la redacción de cada capítulo de tu historia: he aquí la importancia del índice. En este paso debes acomodar todas tus ideas de inicio a fin y distribuirlas en el total de capítulos que consideras que tendrá tu libro, ya que de esta forma sabrás qué tienes que desarrollar en cada capítulo.
Es probable que al inicio tengas claro qué ocurrirá del punto A (capítulo inicial) al punto Z (capítulo final), pero no lo que pasará del punto B al Y. No te preocupes, lo más importante es que conozcas cómo empezará y cómo terminará tu historia, ya que así tendrás una base para idear qué es lo que pasará con tus personajes para que lleguen al punto Z. Por otro lado, hay quienes saben qué ocurrirá del punto A al M, pero tienen cero idea del punto N al Z; en este caso, lo más sencillo es idear lo que ocurrirá y ponerlo por escrito (incluso aunque después cambie), porque tener un índice completo es lo que te permitirá arrancar y dar pasos concretos en la elaboración de tu novela.
Lo importante aquí es que observes que para crear un índice se necesita de tiempo y espacio. De hecho, este es el paso más importante de todo el proceso de tu libro, así que no te desesperes si en una hora no puedes idear lo que ocurrirá en cada capítulo. Crear el índice te puede llevar una semana o incluso un mes, pero no más (recuerda, si ya hiciste el compromiso de escribir una novela, no puedes permitirte pasar de un mes sin tener un índice).
A lo largo de ese tiempo, tienes que plasmar todas tus ideas y ordenarlas. Para hacerlo, te recomiendo utilizar post-it o notas que puedas distribuir en una mesa o pizarra. De esta manera, cada una de estas hojas representará un capítulo de tu novela. Ve desarrollando lo que ocurrirá en cada uno: acciones, personajes que aparecen, el total de escenas, la temporalidad (un capítulo puede relatar lo acontecido en una mañana, una semana o incluso años). Haz este ejercicio hasta perfeccionar cada uno de los capítulos y, finalmente, concreta tu índice para que ahora sí puedas iniciar tu libro.
Escribir en Escenas y Usar Diálogos Efectivos
Escribir en escenas es esencial para mantener la atención del lector y dar dinamismo a tu novela. Cada escena debe tener un propósito claro, ya sea avanzar en la trama, desarrollar personajes o establecer el ambiente. Estructura tus escenas con un inicio, desarrollo y cierre para darles cohesión y mantener el interés.
El uso efectivo de diálogos es igualmente crucial. Los diálogos deben reflejar la personalidad de los personajes y avanzar la trama de manera natural. Evita los diálogos expositivos que solo sirven para proporcionar información. En su lugar, utiliza el subtexto y las emociones para añadir profundidad.
Los diálogos bien escritos hacen que los personajes sean más reales y permiten a los lectores conectarse emocionalmente con ellos. Además, los diálogos pueden romper la monotonía de la narración y añadir ritmo a la historia, haciéndola más atractiva.
5.- Organizar tus Tiempos
Hasta este momento habrás completado los pasos más importantes del proceso, ya que sin lo anterior no podrás iniciar una novela de forma organizada y con bases sólidas. Sin embargo, antes de arrancar la redacción de tu libro necesitarás organizar tu tiempo de escritura: ¿cuántos días a la semana dedicarás a la escritura?, ¿cuántas horas al día?, ¿en cuántos meses tendrás completo el manuscrito?, ¿cuántos capítulos por mes debes hacer para cumplir esa meta?
En este sentido, lo más fácil es establecer una fecha final o meta de cuándo debes tener terminado tu libro. De esta manera sabrás cuántas semanas tienes para finalizar y qué debes producir por día, semana y mes en redacción.
Haz el compromiso y anótalo en calendario. Cada semana haz una evaluación, verás que con cada reto cumplido tendrás más ánimo e inspiración para ser constante hasta el final. La clave es tener disciplina. Recuerda, escribir una novela no es un hobbie, es un proyecto. Por ello tienes que dedicarle tiempo.
Establece cuántas horas y días a la semana le dedicarás, siempre pensando en la meta a cubrir por semana. Por ejemplo, si tu meta es terminar la novela en 4 meses y tu índice tiene 20 capítulos, eso significa que por mes debes escribir 5 capítulos, y por semana 1.25 capítulos. Evalúa tus tiempos de producción para lograr tu meta y haz los ajustes necesarios con tal de que no dejes de avanzar. Es importante saber que para este momento en tu índice ya tendrás indicado qué hacer en cada uno de los capítulos, por lo que será más sencillo trabajar en tu novela.
6.- ¡Escribe tu Novela!
Ahora que cuentas con todas las herramientas necesarias y calendario de trabajo, es momento de redactar tu libro conforme se indica en el índice. En esta etapa no debes preocuparte por la ortografía, el vocabulario o los saltos abruptos de una escena a otra; ya tendrás el tiempo para corregirlo. Por ahora enfócate en generar el contenido completo de tu libro, desahoga todas esas imágenes que rondan en tu cabeza y dales vida a tus personajes. Crea tu mundo literario y disfruta del proceso, ¡mucho ánimo!
7.- Corrige tu Novela y Deja en Limpio tu Manuscrito Final
Finalmente, después de haber redactado todo el contenido de tu novela, es hora de corregirlo. Aquí tienes 2 opciones: hacer la corrección por ti mismo o conseguir los servicios profesionales de un profesional en corrección de ortografía y estilo. Por supuesto que lo más recomendable es la segunda opción, ya que un profesional sabrá no solo corregir los errores ortográficos o de coherencia de tu libro, sino también darte algunas sugerencias que te ayuden a perfeccionar la calidad de tu novela. Cumplido este paso de corrección tendrás el manuscrito final de tu libro, momento para el cual ya deberás tener el título oficial de la historia.
En cuanto al resto de los pasos, que van de la realización de la portada a la maquetación del libro y publicación, puedes apoyarte con agencias como Autores Implacables. Escribir y publicar tu primer libro siempre es un gran reto, pero también es un gran logro. Anímate a hacerlo y comienza hoy mismo a escribir tu novela.